Los Maestros
Maestro Allan Kardec
El Maestro Allan Kardec nació en Lyón, Francia, el 3 de octubre de 1804 y murió el 31 de marzo de 1869.
Hombre de carácter fino y sereno, observó los hechos sobrenaturales y dedujo las leyes que los rigen. En 1855 empezarían las manifestaciones de los espíritus, y el Maestro se entregó a las observaciones y entrevió en ellos el principio de nuevas leyes naturales, aquellas que controlan las relaciones entre el mundo visible y el mundo invisible; cuyo conocimiento daría claridad a muchos problemas tenidos como insolubles. Demostró que los hechos erróneamente calificados como sobrenaturales se hayan sometidos a leyes y las incluyó en el orden de fenómenos de la naturaleza, destruyendo uno de los pilares de la superstición. Una de las leyes que se ponen de manifiesto en sus estudios, es la de la pluralidad de las existencias, admitiendo que de ella depende las aparentes anomalías de la vida humana, de todas las desigualdades intelectuales, morales y sociales, propiciando el entendimiento del hombre acerca de donde viene, para donde va, para que fin se encuentra en la Tierra y porque sufre en ella. Las ideas innatas se explican por los conocimientos adquiridos en las vidas anteriores; las simpatías y antipatías, por la naturaleza de las relaciones anteriores.
Allan Kardec trata el problema de la Revelación Espirita, señalando que no se trata de algo que tenga características misteriosas, sino de un proceso de investigación. Nadie puede revelar lo que no sabe o lo que no descubrió. Una revelación debe descubrir los secretos de un misterio, para que este se convierta en un hecho. Si la revelación no coincidiera con lo real, no pasaría de una elaboración humana. Si fuera atribuida a Dios, se daría como probado que dicha atribución es gratuita. Kardec propone la tesis de la revelación continua, recordando que todas las creencias se ajustan a un proceso de revelación de los secretos de la naturaleza. El espiritismo está inserto en ese proceso y presta una contribución, tanto más valiosa, puesto que su objeto no había sido tratado anteriormente por ninguna otra ciencia. Todas las creencias conocidas hasta entonces se aplicaban a las investigaciones materiales. El problema espiritual había quedado a cargo de las religiones, las que fracasaron totalmente en este sentido, puesto que nada han aportado al conocimiento real. La Ciencia Espirita vino a suplir esa grave deficiencia cultural, mostrando la posibilidad de la investigación científica del campo espiritual. El espiritismo dio origen a las hoy llamadas investigaciones de lo paranormal. La antigua parapsicología alemana, la ciencia psíquica inglesa, la metapsíquica de Richet en la misma Francia y la parapsicología actual, nacieron de las entrañas de la Ciencia Espirita y confirman en nuestro siglo, la plena validez de esta ciencia. A pesar de todo eso, el espiritismo y particularmente la Ciencia Espirita fueron consideradas ilusiones. Pero el tiempo transcurrió y hoy las ciencias cuentan con sus programas en la investigación de lo paranormal, comprobando objetivamente la existencia real del espíritu y de toda la grandiosa fenomenología espirita.
El Maestro Allan Kardec Padre del Espiritismo, escribió varios libros: El Libro de los Espíritus, El Libro de los Médiums, El Evangelio según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno, La Justicia de Dios según el Espiritismo, La Génesis, Qué es el Espiritismo, Viaje Espirita, entre otras. Fundó la Revista Espirita en 1858, todavía vigente.