Los rayos
Tercer Rayo: Señor del equilibrio - inteligencia activa
“Aquel que actúa sin codicia ni maquinación, por los frutos de la acción, queda libre de sus cadenas”
BHAGAVAD GITA.
COMUNICACIÓN MENSAJERA MARTA
“El tercer rayo es la energía que adapta el cuerpo a el espíritu que lo habita, está presente en el momento de nuestra encarnación y origina una serie de actividades que con el curso de la evolución se van tornando inteligentes.
Todas las actividades que genera el tercer rayo le da al espíritu encarnado la oportunidad de tener experiencias humanas.
Las actividades físicas a través de la evolución del hombre, se van trasformando lentamente en actividades intelectuales, desarrollándose una necesidad de trabajar la mente.
En un hombre todavía poco evolucionado, esa energía actúa poniéndolo simplemente en actividad, pero cuando el rayo esta alcanzando sus mejores aspectos, el hombre empieza a presentar señales de discernimiento en el actuar, el sentir y el pensar, este es un punto importante en su evolución.
El tercer rayo se manifiesta también como instinto y es bien visible en el reino animal.
Nuestro contacto con el reino animal también ha evolucionado, al principio el hombre primitivo, tenía con los animales solo contactos agresivos, más tarde, como hombres emocionales, en la época de la Atlántida, se desarrollo una relación de tipo afectivo que llevó a la convivencia domestica de hoy.
La raza aria en la cual estamos hoy, es regida por el tercer rayo y por eso esa energía es tan vital para nosotros. Esa energía también está presente en la personalidad del planeta tierra y en la naturaleza. De ese modo, si estuviéramos ligados a esos hechos, el tercer rayo se vale de nosotros para ayudar a otros individuos a construir su camino de unión con el universo. Es a través del tercer rayo que nuestro cuerpo, se adapta a nuestro espíritu.
El comportamiento de un hombre del tercer rayo se compara con el proceso de la araña al tejer su propia tela sin enredarse en ella, en cambio el hombre al construir su propia vida sobre la tierra, se enreda en ella, se apega a lo que hace y crea, hasta que se da cuenta que tiene que desapegarse de todo si quiere evolucionar.
La araña que desde el principio, nunca se vio enredada en los hilos de su propia tela es un ejemplo perfecto de la expresión del tercer rayo, la inteligencia activa en otro reino de la naturaleza.”