Comunicados
Comunicación en voz invisible Maestro San Cipriano
“Radiantes luces que os cubren en este día, buenos días mis hermanos.
Fragante aroma que se percibe de este jardín, aroma que se eleva al más allá hasta las plantas de nuestro Padre Dios a perfumar, a irradiar allí vuestros corazones porque hoy mi Padre permite que vuestros corazones, vuestra chispa radiante llegue hasta sus plantas para observaos, para tomaos de la mano y llevaos de vuestro ángel guía allí custodiados a pasar a un nuevo período para cruzar esta barrera del ayer, un pasado, una eternidad que ya quedará escrita, en aquella nueva línea de frente al más allá que hoy cruzáis para un nuevo período en la tierra.
Que grande es nuestro Padre permitirnos evolucionar, que grandeza es la de mi Padre permitir que su hijo ingrato pueda retornar; que sería de nosotros, si mis hermanos y yo no pudiéramos caminar hacia ti, sino hacia la profundidad, pero hoy te has acordado nuevamente de tus hijos como siempre lo hacéis y así colocáis un tapete emblanquecido hasta tu diestra de donde de la mano de los ángeles guías de mis hermanos, vamos caminando en una caravana emblanquecida de retorno, pero ha sido lento nuestro paso Padre porque la tierra es estéril, porque la fuerza oscura que la habita coloca talanqueras y dificultades a mis hermanos y diariamente tropiezan y se caen, pero allá está la mano de tus mensajeros Padre para levantarlos, para darles una mano, darles repuesta y llevarlos nuevamente a la fila y con el amor que mi Padre nos cobija en nuestros corazones, entrarlos de nuevo al rebaño, de nuevo a la caravana del Ángel Ismael.
Pero ¿Cuántas son aquellas partículas que nos has encargado y aún no las hemos podido llevar a la caravana de nuestro Maestro?, porque los espíritus encarnados no entienden, no escuchan las voces del más allá, porque no han tenido la oportunidad de reverenciarte y reconocerte, ni han tenido la oportunidad de estar en una cuna como la del Ángel Ismael para regocijarse.
Pero hoy Padre te pido que para este nuevo período nos permitáis estar juntos ante aquellos nuestros guiados, nuestros hermanos en la tierra encarnados para poder atraer la semilla Padre, para poder estar en la caravana cuando os permitáis a ellos regresar a vuestra diestra de nuestra mano, podamos así ofrecerlo y decirte ha regresado mi hermano hagamos una fiesta Padre porque ha vuelto el hijo ingrato, aquel que estaba extraviado y te ha encontrado nuevamente Padre de bondad.
Porque así ha prestado sus servicios al plan Divino le ha ayudado a sus hermanos y se está preparando ya para volver a la tierra en la octava generación, que será una generación sin la miseria que hoy tiene la tierra y los espíritus se purificarán más y más en el bálsamo de las Leyes de Dios en la tierra.
Y así en este día y con el permiso que me has dado para dirigirme a tu pueblo, a mis hermanos en este día San Cipriano y hasta pronto.”